29 nov 2013

Mucho ruso en Roma

Predominan en la ciudad, dominada de repente por una fuerte tramontana invernal y nieve en los Abruzzi tan próximos, los turistas rusos, casi igualando a los japoneses y chinos, muy por encima de nórdicos en general. En muchos restaurantes para turistas hay reclamos en ruso y se ven en los museos guías tituladas en el idioma.
Tampoco escasean los millonarios indios y en menor medida los hispanoamericanos, mejicanos sobre todo.
La casualidad ha querido que fuera hace unos días  a comer a un restaurante nada barato y me colocaran al lado de una mesa ocupada por cinco adolescentes indias vestidas a la occidental, de unos trece o catorce años, solas, impregnadas ya por el desdén que tienen los ricos ante la servidumbre y los manjares. Era de ver con qué displicencia y desenvoltura insolente ordenaban a los camareros comidas y bebidas. Como las mesas en los restaurante romanos están tan próximas era fácil seguir sus conversas infantiles, aunque no entendiera nada porque hablaban en hindi.
Sé que eran millonarias porque no dejaron ni un céntimo de propina.
















Troppo vero

Según la leyenda, el Papa Inocencio X al ver el retrato que le había hecho Velázquez (está en la galería Doria Pamphilj y sólo por este cuadro es preciso hacer una visita romana) hizo el comentario que encabeza esta entrada. Y es que el óleo es más que real, es demasiado real como detectó en seguida el retratado.
Aunque no es exclusivo romano (se percibe aquí con mucha claridad por la enorme cantidad de obras expuestas en los museos) se genera en el turista en grupo un comportamiento  que le arroja de un cuadro a otro y tras un vistazo rápido comprueba si es de algún artista conocido o está entre lo que es obligado ver en ese museo; luego contorsión del espinazo para leer el pequeño cartel que indica el autor, título y a veces fecha de la obra. Proliferan ahora los que sacan medio a escondidas el teléfono y le sacuden una foto para concluir la operación. Se extiende la opinión de que sería más  útil poner en los museos grandes carteles con el nombre del cuadro y, en lugar de éste, una pequeña reproducción. Todo mucho más rápido y sin gestos peligrosos para las articulaciones.
Las fotos son de la villa Farnesina con frescos de Rafael y del Sodoma.





















26 nov 2013

El famoso síndrome


En Roma vine a buscar a Roma, por si la hallaba, y lo que voy viendo es que los desvanecimientos, temblores y vértigos que sufría Stendhal en Florencia por la densidad y la intensidad de las obras de arte, aquí se multiplican amplificados.
No hay día en que no se sufra un sobresalto al doblar una esquina o pasar por alguna sala vacía de algún museo: hay tantos lugares en donde pasmarse que las masas turísticas se desparraman por iglesias, calles y plazas gratuitas y los museos de pago están muy despejados por no decir medio vacíos. Además con el carnet de profesor en algunos las entradas son muy baratas, aunque hay que decir que eres profesor de historia del arte para que la reducción sea máxima. So camándula, veo que alguno me llamará al leer el párrafo.
Como en los otros blogs que había hecho abundaban las imágenes  y en este pensaba seguir la misma tónica, explico por qué no hay casi fotos  y predomina el comentario: no he traído el ordenador para venir ligero de equipaje y confeccionar el blog con el ipad no es tan fácil porque el aparatito toma sus decisiones y hay cosas que no quiere hacer; además el dispositivo con el que transfería las fotos de la tarjeta de la máquina al ipad se ha estropeado o ya no lo reconoce por ser chino-indio. Así, las únicas imágenes que puedo meter son las que hago con el ipad y no todas: testigos tengo de que una foto se ha empeñado en que no la sube y no la sube el cacho burdégano.
Ahí van algunas, en el orden y la disposición que él quiere.
Lo siento, pero de momento no hay imágenes romanas porque se niega. Nunca se había comportado de esta forma, pero es lo que tienen estos aparatos. Lo volveré a intentar en días sucesivos y si no quiere, hasta que no vuelva no hay fotos.!Qué lástima!
Ahora ya estoy de vuelta y voy subiendo algunas fotos de la colección romana.

























24 nov 2013

Definiciones

María Moliner.
camándula: hipocresía, astucia.

camandulear: callejear, ir de casa en casa;  curiosear o ir enterándose de lo que pasa; ostentar falsa devoción; actuar con hipocresía o intrigar.

camandulero: astuto e hipócrita; cazurro; chismoso o callejero.


Drae.
camándula
nombre femenino coloquial
Marrullería o astucia para conseguir algo:gastar muchas camándulas.

camandulero, -ra
adjetivo/nombre masculino y femenino coloquial
Hipócrita, embustero.

Empiezo este blog con definiciones del término camándula porque he visto que es una palabra que muchos no conocen, se utiliza poco o nada e incluso técnicos de las lenguas la ignoran. En mi familia se usaba para designar a gentes sin oficio con tendencia al vagabundeo, bastante vinachas y que vivían de  la ayuda de los piadosos. Tirando de diccionarios he visto que los significados son otros y puestos a elegir me quedo con el que se refiere al callejeo, a ir de acá para allá como paseante curioso. La referencia a la hipocresía la comparto con el lector de estas líneas, mon semblable, mon frère.