13 may 2016

Parque Nacional del Stelvio

Estuvimos en la Pascua primaveral por el Parque Nacional del Stelvio, en el norte de Italia, limitando con Suiza al oeste y Austria al norte, cuatro aficionados, compiyoguis de los que no roban, a recorrer con los esquís montes y valles: Inma, que con fisura de costilla en proceso de cura fue de refugio en refugio sin queja y subió a uno de los grandes picos, el Cevedale; Ximo, el hombre tranquilo, recién aterrizado de otro viaje alrededor del mundo; Roger, inagotable, incansable, inmarcesible, al que le faltan horas para subir a todos los montes que se ven nevados; y yo mismo, que lo voy contando a los lectores.
En un auto, bastante cargado con toda la impedimenta de esquís, recorrimos los poco más de 1.500 km desde Valencia para llegar a Santa Caterina Valfurva, en el límite entre Lombardía y Trentino-Alto Adige; esta región  hasta hace menos de un siglo formaba parte del Tirol y ahora es el Sur Tirol, territorio italiano tras la primera guerra mundial y por aquí hay todavía restos de las batallas en las que se mataron miles de italianos y austriacos.
Allí  empezamos la ruta que nos llevaría durante una semana por valles glaciares y montañas imponentes, alguna con formas de las que atraen la visión de los más escépticos como el Gran Zebrù, una pirámide perfecta que brilla a gran distancia.
 Pasamos por tres refugios de montaña que son más bien hotelitos con todas las comodidades para paseantes: Branca, Martello y Pizzini nos acogieron, previa reserva con depósito, en dependencias amplias y limpias, nada que ver con las estrecheces y el cutrerío al que nos tienen habituados refugios peninsulares. Disfrutamos de las cervezas de la Valtellina y las cenas opíparas en las que puedes elegir un menú vegetariano sin que te coloquen el acostumbrado cacho queso y tortilla ibéricos.
Subimos algunos picos: Punta San Matteo, Marmotta, Venezia, Zufállspitze, Cevedale y Gran Zebrù. Pero el panorama de los que veíamos hizo que nos quedáramos con las ganas de volver a rematar. Otro año. Al Zufállspitze (una de las dos puntas que tiene el Cevedale) subimos los cuatro, en un día que empezó primaveral y se puso bastante invernal, y hubo que hacer algunos equilibrios en pasos curiosos.
La ascensión al Gran Zebrù es de las que se te quedan en la memoria para los restos, por una arista entretenida a la que nos encaramamos con ráfagas de viento importantes. Roger se subió los esquís hasta la cumbre y bajó la pendiente pala esquiando en plan maestro elegante. Ahí quedó eso.
Los detalles de las etapas están en wikiloc en la dirección garabateo 2.0, por si algún curioso quiere tener más datos. Aquí dejo el enlace de la última etapa: (subida al Gran Zebrù). Y un enlace al montaje que subí a youtube: un video en youtube que dura 10 minutos,"travesía con esquís por el Stelvio". Es en la dirección musicamaestrojuanperezdatas y sólo se puede ver en el ordenador, pero no en el teléfono ni en tabletas.
Un detalle práctico para los que gustan de estas consideraciones: en el viaje de ida seguimos la autopista que bordea Francia por la Costa Azul y sigue por la costa italiana en un trazado sinuoso más  indicado para disputar carreras de autos que para tránsito tranquilo. Hay que advertir que en la zona cercana a Arlés, en un control de velocidad en la autopista A-8, nos pusieron una multa por exceso de velocidad: limitación a 110, íbamos a 113. Ojo.
A la vuelta atravesamos Milán, Turín, el túnel del Fréjus y Grenoble después; más rápido y más seguro y los mismos kilómetros que por la costa.
La circunvalación de Milán sigue tan apestosa como siempre, con obras y retenciones eternas, inevitable si no se quiere acceder por el norte, por Ginebra, dando un rodeo muy pronunciado.
Un gran viaje en gran compañía y meteoros que acompañaron, salvo un día que hubo que destinar a la reflexión en el refugio. Hay que volver.


Gran Zebrù, 3851 m

Subida al corredor al Zebrù.


Roger subiendo.
Arista final a la cima.
Desde la cima del Zebrù.

Ortles

La cumbre del Zebrù con su cruz.


Inma
Roger
Ximo

Refugio Pizzini ante el Gran Zebrù












busca el refugio Martello
Ximo, Inma, Roger
















Zufállspitze 3757 m