paseantecamándula: ETAPA 8. PUEBLA DE LILLO-OSEJA DE SAJAMBRE.

Conseguimos desayunar a hora razonable en el mismo Hostal Ruta del Porma gracias a la disposición del dueño que nos hace ese favor, porque la hora normal del desayuno es a partir de las 9. Aunque la etapa de hoy parece muy asequible, comparando con otras, nos gusta empezar pronto para subir las primeras rampas con el fresquito mañanero, que es bien fresco. Aquí al frío lo llaman fresco. Así subimos por carretera hacia Cofiñal y luego ya comienza el primer ascenso importante hacia el collado de Tronisco por una pista con rampas potentes que atraviesa un hayedo magnífico y nos deja en lo alto del collado, desde donde se tienen panoramas espléndidos de esta zona de Mampodre. La bajada hacia Maraña comienza en pista muy descompuesta que luego mejora. Llegamos al albergue de Maraña y hacemos un alto para un almuerzo bien preparado; nos informan de precios y disponibilidad para el invierno. El albergue lleva poco más de un año funcionando y se ve que es un buen lugar de partida de muchas travesías por esta región. Tenemos que volver por estos parajes.
Pasado el pueblo de Maraña cruzamos la cabecera del río Esla y comienza la segunda subida del día, más dura que la anterior, hasta los Puertos de Riofrío. Repechos muy difíciles siguen a tramos más asequibles y zonas de caminos destruidos en las que vamos arrastrando la bici. Por aquí no se puede pasar montado en la bici, ni yendo sin carga. Llegamos al collado y la bajada es más imprecisa porque el sendero se pierde entre sendas vacunas y pendientes herbosas. Para rematar la situación, la niebla espesa se impone en ese laberinto y pasamos junto a la Ermita del Arcenorio en donde se han refugiado unos ciclistas locales. Nos preguntan si conocemos el camino hacia Pío; mentimos diciendo que sí y seguimos navegando entre las brumas. Las vacas, impasibles, con ese dejo oriental de su mirada, rumian su pasto en la penumbra. Subimos a la Collada Campa, frontera entre Asturias y León, perdiendo la orientación cada poco, pero conseguimos llegar. Ahora toca bajar a la Collada de Llaete por un sendero impracticable a ratos por el desnivel, los escalones, las piedronas, los agujeros y los barros vacunos. Llegamos a la tal Collada, subiendo al final, y nos encontramos con una pista que nos parece la mejor autopista y que nos llevará hasta Pío por un hayedo grandioso, en uno de los mejores descensos que hemos hecho hasta el momento. Desde Pío se toma una carretera sin tráfico que asciende entre paredones calcáreos hasta Oseja de Sajambre.
En el Hostal Los Bedules nos alojan y dan la cena. Para quitar el frío de las nieblas del día y llenar la andorga nos vale.