19 feb 2014

Cortina d'Ampezzo

Como no se puede ir a Cortina esquiando y hoy ha salido un día imposible (niebla, lluvia y aguanieve traída por un Siroco africano que ha teñido de ocre la nieve que ha caído luego) he cogido un autobús y he ido a darme un garbeo bajo la lluvia de Cortina. No estaba muy animada la ciudad, pero siempre hay algo que ver por las calles hoy poco concurridas.
Se llegan a ver modelitos como los que he retratado en una tienda que no se sabe si es más insensato el precio o la que se lo va a poner (ampliando la imagen podréis ver lo que cuesta cada parte del conjunto). Y algún elemento se ve por la calle digno de atención, cerca del campanario más elegante de todos los que se ven por este Tirol que ya es más veneciano que austrohúngaro.
En el viaje de vuelta ha caído de una ladera una masa de nieve sobre el techo del autobús que ha producido el sobresalto del conductor, sin consecuencias, pero con la alarma del pasaje. Está claro que no van a abrir la pista con Dobbiaco. Demasiada nieve, repiten todos, y ahora demasiado húmeda y más que pesada. Es lo que tenemos este año.












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