26 nov 2013

El famoso síndrome


En Roma vine a buscar a Roma, por si la hallaba, y lo que voy viendo es que los desvanecimientos, temblores y vértigos que sufría Stendhal en Florencia por la densidad y la intensidad de las obras de arte, aquí se multiplican amplificados.
No hay día en que no se sufra un sobresalto al doblar una esquina o pasar por alguna sala vacía de algún museo: hay tantos lugares en donde pasmarse que las masas turísticas se desparraman por iglesias, calles y plazas gratuitas y los museos de pago están muy despejados por no decir medio vacíos. Además con el carnet de profesor en algunos las entradas son muy baratas, aunque hay que decir que eres profesor de historia del arte para que la reducción sea máxima. So camándula, veo que alguno me llamará al leer el párrafo.
Como en los otros blogs que había hecho abundaban las imágenes  y en este pensaba seguir la misma tónica, explico por qué no hay casi fotos  y predomina el comentario: no he traído el ordenador para venir ligero de equipaje y confeccionar el blog con el ipad no es tan fácil porque el aparatito toma sus decisiones y hay cosas que no quiere hacer; además el dispositivo con el que transfería las fotos de la tarjeta de la máquina al ipad se ha estropeado o ya no lo reconoce por ser chino-indio. Así, las únicas imágenes que puedo meter son las que hago con el ipad y no todas: testigos tengo de que una foto se ha empeñado en que no la sube y no la sube el cacho burdégano.
Ahí van algunas, en el orden y la disposición que él quiere.
Lo siento, pero de momento no hay imágenes romanas porque se niega. Nunca se había comportado de esta forma, pero es lo que tienen estos aparatos. Lo volveré a intentar en días sucesivos y si no quiere, hasta que no vuelva no hay fotos.!Qué lástima!
Ahora ya estoy de vuelta y voy subiendo algunas fotos de la colección romana.

























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