Corta etapa, 15 km, distancia impuesta por no encontrar ningún establecimiento en que permitieran alojarse con el perro; todos los albergues y hoteles consultados referían excusas variadas. Solo nos admitieron en la Pensión La Posada de Tineo. Gente amable y acogedora.
Desde el albergue de Porciles salimos por una pista hacia el pueblo en medio de una niebla que nos acompañará toda la etapa. Se van sucediendo pistas y senderos en la subida hacia un Alto. Por caminos carreteros subimos y bajamos, con algunas rampas más pronunciadas, pasando por aldeas y pueblos en los que no se ve a nadie. Así, alternando senderos cómodos y pistas con repechos llegamos a San Roque en las afueras de Tineo, un pueblo con servicios y un hotel con estrellas varias.
En el hotel, además de las habitaciones normales, hay una parte que funciona como albergue, pero el veto canino se impone en todo el establecimiento.
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