26 may 2014

Podemos celebrarlo.

Como ya estoy con base en el hotel de Puerto Montt y he recuperado el ordenador, he comprobado que la avería que no deja publicar entradas por el procedimiento habitual es sólo en el ipad, aquí sí puedo operar de manera normal. Intentaré sustituir las fotos, que iba subiendo al tamaño que quería la aplicación, por el formato original, pero no sé cuánto durará el proceso.
 Ayer me fui a Puerto Varas; y para celebrar la alegría que nos ha dado Podemos me invité a comer en el centro alemán, lugar de lo más refitolero y curioso, con fotos en blanco y negro en el vestíbulo de todos los presidentes del club desde principios del siglo 20: señorones alemanes muy dignos en su papel consular.
 El piscoxauer del aperitivo fue a la salud del careto que se les habrá quedado a todos los que se acaban de enterar de que Podemos existe, por ejemplo el periódico el País. Y por todos los Lasquettys del mundo español.
También fui a Puerto Varas para hacer una foto del lago Llanquihue con el fondo del volcán Osorno y enviársela a mi amigo Ángel que ya vio el volcán hace unos lustros, pero las luces no eran las mejores y sólo se pudo hacer una faena de aliño. Volveré, si despeja algún día de estos, que no está nada claro; más bien cubierto, ventoso y lloviznoso.
No puede ser malo un país en el que los perros sin collar duermen a pierna suelta durante todo el día sin temor a ser apaleados y en cuanto les haces algún caso son capaces de acompañarte hasta que les dices que se vuelvan. Obedecen educadamente con ese punto de melancolía portuguesa tan chileno.








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