29 may 2014

Volcanes y perros.

Ya he escrito algo sobre los perros tan tranquilos que abundan en casi todas las ciudades; delante de cada edificio oficial hay cuadrillas y en los jardines y reposaderos se les ve esperando a que caiga algo de los cielos o de los transeúntes. A veces acompañan a la gente, otras ni se levantan cuando pasan las autoridades.
Tuve que volver al lago de Llanquihue, a Puerto Varas, a ver si los volcanes se dejaban retratar un poco más despejados, pero está el tiempo difícil y suelen arrebatarlos unas nieblas que les envuelven como si quisieran protegerlos de los temporales.
Y también volví al club alemán por ver si era verdad que, como figura en una placa en la entrada, "...deberá ser un club de lectura para entretención y amena convivencia de los socios."
Lectores no había, los pianos estaban cerrados, los socios comiendo harto, el piscoxauer muy adecuado.

Volcanes Osorno y Calbuco.
















Añado unas fotos de Osorno y su increíble catedral neogótica con la torre que más parece un misil que una mitra. Y su toro.












1 comentario: