20 may 2014

Puyuhuapi-Villa Amengual

Amanece en Puyuhuapi con luces y brumas que se disipan a las horas y dejan un día espléndido en el que se puede uno desviar unos km de la carretera para hacer una visita rápida por el Parque Nacional Queulat, acercarse al ventisquero colgante suspendido en abismos y que, a contraluz pésimo para las fotos, se puede imaginar cómo será el espectáculo por la tarde. Como la etapa es larga hay que seguir a por la cuesta: ni rastro de los temporales que me acechaban y un ripio bastante asentado en la subida y espantoso lodazal en la bajada que me deja con una fina capa de barro por doquier.
He tenido la suerte de pasar por aquí un sábado porque de lunes a viernes cortan la pista de 11 a 5 por los trabajos en la carretera que implican voladuras y caídas de árboles. Podrían avisar.
Los últimos 30 km son de pavimento recién terminado y se avanza veloz a Villa Amengual, un villorrio de casicas en donde hallo alojamiento y restauro. Por si alguien tiene la curiosidad de saber cuánto me gasto en estos establecimientos: en el de hoy han sido 18000 pesos ( unos 23€) con habitación, agua caliente, cena y desayuno. Es la tónica de los últimos días.
Nada más llegar empieza una tormenta a instalarse y la dueña ya me va preparando para que mañana tenga que pasar el día a cubierto hasta que escampe. Mañana veremos porque hoy la furia del viento impresiona.























































































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