Desde St Jean-Pied-de-Port salgo con unas brumas matinales y, por primera vez en una semana, sin lluvia, temperatura ideal y nubes a juego. Voy a Mauléon-Licharre para lo cual hay que subir un puerto a la alicantina, o sea, unos 5 km y suaves rampas. Aquí están los km balizados con la pendiente de cada uno. Muy francés. No se ven muchos ciclistas, ni globeros ni mamils, algo raro con la afición de este país por las rutas domingueras. Como el lunes es la fiesta nacional debe haber desbandada de puente largo. Llego a Mauléon y están en fiestas, hoy y mañana, con los borrachos todavía sin dormir la mona, así que sigo hasta un pueblo a 4 km, Libarrench. Modélico el albergue recién cuidado.
Dejo peso y me voy a hacer un bucle por este Béarn tan idílico con esos prados de verduras de flores esmaltados, desde el que ya se ven en el sur, al fondo, algunos montes pirenáicos. Impresionante la iglesia románica de San Andrés en Sauveterre de Béarn. Y con los restos del puente y el río tan limpio no podía faltar la leyenda con su milagro.
Dejo peso y me voy a hacer un bucle por este Béarn tan idílico con esos prados de verduras de flores esmaltados, desde el que ya se ven en el sur, al fondo, algunos montes pirenáicos. Impresionante la iglesia románica de San Andrés en Sauveterre de Béarn. Y con los restos del puente y el río tan limpio no podía faltar la leyenda con su milagro.
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