Salimos desde Burgos, joya del gótico y los monasterios grandiosos, Cruzmaría, luz de donde el sol la toma, y yo con el propósito de recorrer el camino del Cid en bici de montaña con un refrán del cantar de mío cid como lema del viajero: quien en un lugar mora siempre lo suyo puede menguar.
El itinerario que seguimos está dividido en 8 etapas hasta Valencia, lo hemos descargado de wikiloc, de un ciclista llamado Aníbal que suele hacer rutas interesantes. Lo llama "camino del cid mínimo asfalto”, aunque alguna etapa hay en que éste predomina sobre pistas y senderos. No coincide más que en pequeña parte con el recorrido oficial que proponen las Diputaciones que han editado una profusa documentación: caminodelcid.org
Al final de nuestra primera etapa, Salas de los Infantes, nos hace saber la dueña, bastante avinagrada, del hotel en que nos alojamos el malestar de los hosteleros porque el camino oficial lo hagan pasar por Covarrubias y Santo Domingo de Silos y no por Salas, como antes. El lobby Covarrubias-Silos.
El detalle de cada una de las etapas está al final de la entrada, en los enlaces a wikiloc. La visión global (669 km, 8.776 desnivel ascendido) es la de un gran viaje exterior e interior que recorre robledales, encinares y sabinares, estepas cerealistas, campos de molinos de viento, parameras bien venteadas, cañones y desfiladeros de ríos con aguas limpias, ciudades, ermitas y pueblos monumentales en los que conviene parar y admirar aires sonorosos, torres esbeltas, buena mesa y mejores caldos y grandes sonrisas.
A modo de buen presagio, nos salieron por la derecha dos oropéndolas amarillo limón en la etapa más cumplida.
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