5 oct 2016

Transpirenaica. Etapa 1. Llançà-Albanyà. 8.8.2016

Para los lectores que no sean aficionados al ciclismo el nombre transpirenaica sólo les sugiere un adjetivo que no dice mucho. Para los ciclistas es una ruta que recorre los Pirineos por el Sur, desde el mar Mediterráneo hasta finalizar en el Cantábrico: suman casi 1.000 km de distancia total (985 exactamente nos salieron a nosotros) y 26.776 m de desnivel acumulado lo que da una media de 1.575 m de ascenso diario.
Hace ya quince años un aficionado catalán, Jordi Laparra, publicó un libro que es una guía para recorrer la travesía en 16 etapas. El libro y la ruta se han hecho clásicos y, con muchas variantes, cada verano hay ciclistas que se van a repetir la ruta entera, o algunas etapas los que tienen menos tiempo o menos ilusión por seguir recorridos tan largos. Para completarla sin hacer ningún día de descanso hay que tener mucho ánimo, muchas ganas y un buen entrenamiento que te permita afrontar con éxito las etapas, algunas bastante exigentes.
Luz, de donde el Sol la toma, y yo, teníamos el tiempo, el fondo y el entusiasmo para ir de un mar al otro así que a principios de Agosto nos fuimos a Llançà, un pueblo turístico de veraneo en la costa de Gerona, para comenzar la ruta.
En conjunto el viaje resulta muy recomendable porque se recorren, muy cerca de las grandes cumbres de las montañas, cambiantes panorámicas de los Pirineos, algunas tan espectaculares como la que circula por la parte alta de Ordesa o las que atraviesan bosques inigualables como el de Irati.
Según iban pasando las etapas veíamos los peligros y retos que afrontábamos cada día: asedio de moscas insaciables; mordeduras de tábanos oportunistas cebándose en costados y lomos cuando en cuestas arriba complicadas no podías soltar una mano para espantarlos; seguir el recorrido con un gps (el que yo estrenaba para la ocasión) que se paraba cuando quería, no encontraba el camino, no localizaba los satélites, se obstinaba en ir por donde no era,... una joya; meteorología extrema, con unos días de calores africanos imposibles de soportar; y lo peor, la hostelería española en manos de aficionados que incluso nos produjo una leve intoxicación afrontada con entereza.
Al preparar el viaje durante el mes de Julio, vimos que las etapas acababan en pueblos a veces muy pequeños sin recursos de hospedería en el mes de Agosto, por lo que decidimos hacer reserva de alojamientos para cada noche. En algunos sitios no pudimos reservar al final de la etapa que aparece en el libro y tuvimos que buscar otras alternativas, a veces mejorando el original como ocurrió en Llavorsí: subimos a Arestui, 8 km más adelante, a un albergue muy agradable.
Como el libro de Laparra es antiguo, no tiene tracks para descargarlos en el gps, por lo que utilizamos los del gran blog de un cicloturista llamado Zinaztli, otro clásico, que desmenuza cada etapa y describe con detalle y primor los recorridos. Muchas gracias le sean dadas a Zinaztli.
Las bicis que llevábamos son las de montaña que usamos cada día (una, Santa Cruz, Solo, con ruedas de 27,5" y otra, Specialized, Epic, de 26") con doble suspensión que proporciona seguridad en las largas bajadas por pistas a veces en muy mal estado. Los equipajes iban empaquetadosen unas alforjas Ortlieb, en una bici, y en un maletín Topeak expansible, anclado a la tija del sillín, en la otra. Una pequeña mochila completaba el bagaje. No arrastrábamos mucho peso porque cada día pernoctábamos en albergues, hoteles, casas rurales o apartamentos, sin tener que llevar la impedimenta para el camping.
Una avería en la cámara de fotos hizo que todas las imágenes del viaje se tomaran con un teléfono que tiene muy poca calidad y así salen unos tonos desvaídos, una falta de definición y unos empastes que uno lamenta, pero no había alternativa.
El detalle más técnico de las etapas se ha ido publicando en wikiloc, de manera que en este blog se comentan matices más prácticos para posibles usuarios, curiosos y cicloturistas en general.

La primera etapa sale desde la población de Llançà, en la costa Norte de Gerona, cerca del cabo de Creus, un lugar turístico con máximo en Agosto, hasta donde llegamos en el auto propio. En el mismo hotel en donde nos alojamos, Hotel Beri, tuvieron la gentileza de permitirnos aparcar el auto en su mismo garaje sin monto alguno. Teniendo en cuenta que serían al menos 17 días de viaje más la vuelta, el favor que nos hicieron hay que señalarlo y agradecerlo.
Así iniciamos la travesía el lunes 8 de Agosto, con un calor importante que nos puso al rojo en el primer collado que tuvimos que subir, el Coll Portes. Toda la etapa fue así, 67 km de un sube y baja continuado a collados, con descensos rápidos y vuelta a empezar. Al menos una docena de collados subimos ese día con un calor que en algunas partes del recorrido llegó a los 45 ºC, según nos contó luego uno de los pocos ciclistas con los que coincidimos.
Lo más desagradable fue el paso por La Jonquera, con tráfico virulento en contraste con las pistas solitarias recorridas hasta allí, aunque cruzamos todo lo rápido que se podía.
De lo mejor del día, un baño en el Embalse de Boadella para aliviar un poco el fuego de la tarde y eso lo agradecimos como se merecía, al igual que la fuente de agua clara que, bajo unos plátanos de paseo enormes, hay a la salida de Darnius. O el recorrido por el curioso pueblo de Sant Llorenç de la Muga, con arquitectura muy restaurada; el típico pueblo que los catalanes llaman "camacos": llaman así a los turistas que se quedan arrobados ante algunos pueblos pirenaicos diciendo: ¡qué maco, eh!.
La etapa termina en Albanyà, en donde no hay más alojamiento que el camping, así que habíamos reservado una habitación en una casa rural a 2 km del pueblo. Can Carreres se llama la casa, en la que no hay restaurante, sólo dan desayuno. El sitio no tiene mucha gracia, pero es el único si se quiere acabar la etapa allí. Nos fuimos a cenar al camping. Para quitar el hambre y reponerse con una cerveza fresca fue suficiente.
El conjunto de la etapa nos pareció muy prescindible, con parajes poco interesantes que seguramente el calor intenso hizo que todavía valorásemos menos. Si algún día repitiéramos la ruta no volveríamos por ese recorrido. Ni sin calor.
Al día siguiente, en el desayuno en la casa Carreres, conocimos a un grupo de tres ciclistas castellanos que también estaban empezando la ruta. Gente amable, agradable y alguno locuaz. Durante ese día  nos fuimos viendo, pero esa ya es otra historia, la de la segunda etapa.
Los perfiles que se verán al final de cada etapa se han obtenido de forma artesana y manuscrita a partir del perfil que muestra el programa de basecamp. Las partes subrayadas en amarillo corresponden a pistas, las rojas a senderos y las que no tienen color a carreteras y pistas asfaltadas o cementadas.

El resumen

Llançà







Rabós


Espolla

Agullana

Darnius


Fuente en Darnius
Embalse Boadella


St. Llorenç de la Muga



St. Llorenç














Albanyà


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