25 oct 2016

Transpirenaica. Etapa 16. Espinal-Elizondo. 23.8.2016

Esta de hoy tampoco es la etapa canónica según el recorrido oficial. Tuvimos que modificar el plan previsto, que consistía en acabar en Etxalar en donde teníamos reserva en una casa rural.
Hubo que cambiar de planes por las circunstancias que ahora se anotan. Siendo una de las etapas más cortas, nos resultó muy dura y agobiante.
En el hotel Haizea no dan de desayunar antes de las 8 de la mañana y como nos espera una jornada intensa nos vamos con la fresca al pueblo de Burguete, camino de Roncesvalles. A esas horas de la mañana hay tráfico intenso de peregrinos, ansiosos por empezar su camino hacia Santiago y llegar lo antes posible al siguiente alojamiento. Mientras desayunamos vemos una auténtica romería de todas nacionalidades y dimensiones que se dirigen al Camino. 
Llegamos a Roncesvalles y subimos al puerto de Ibañeta. Por aquí vienen peregrinos desde Francia, por Valcarlos. En el mismo puerto dejamos la carretera y nos desviamos por una pista asfaltada que sube al Collado Lindux. Algunos tramos con pendientes durísimas.
Entramos ahora en territorio francés y comenzamos la bajada más larga de toda la travesía, 17 km por el Val d'Hayra hasta llegar al río Aldudes. Una grandiosa  bajada por el bosque, que en sentido opuesto debe ser criminal a juzgar por el ritmo que llevan los cuatro esforzados ciclistas que nos cruzamos. 
Una vez en lo más bajo, la Nive Aldudes, toca subir el Col de Elorrieta. También es una carretera estrecha y revirada con algunas pendientes largas de porcentajes elevados. Para añadir un poco de tensión picante acaba de pasar una máquina cortando los bordes, no lo han limpiado y está sembrado de pinchos de zarzas. Las cuatro ruedas se pinchan, aunque como llevamos tubeless que sellan los pinchazos no tenemos que reparar. De momento.
Desde lo alto el Col seguimos una pista de firme complicado y así llegamos a Erratzu. 
En la terraza de un bar paramos a reponernos un poco de las subidas y el calor asfixiante que va en aumento. Luego seguimos bajando por carretera hasta el valle del Baztán y a medida que vamos profundizando hacia el río, el calor agobiante se apodera de nosotros. 
En Elizondo, la capital del valle, decidimos que con ese calor, y el estado tan penoso en que nos encontrábamos por la intoxicación de ayer, no podríamos seguir hacia Etxalar. Llamamos a la casa rural para comunicar que no podíamos llegar y buscamos alojamiento en Elizondo. 
En el hotel Elizondo (con desayuno, 55€) nos dieron trato amable y una habitación que nos pareció la mejor de los últimos días; allí nos recompusimos un poco con la ducha larga y a la sombra.
Hasta que no cayó el sol no nos atrevimos a salir para dar un paseo por el curioso pueblo y cenar, en el restaurante Eskisaroi, buena comida casera.






Nive Aldudes
Al Col Elorrieta

Elorrieta






Erratzu


Elizondo




Maracuyá/Pasionaria




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