17 oct 2016

Transpirenaica. Etapa 10. Senz-Nerín. 17.8.2016

Sigue la racha de buenas etapas. La de hoy es todavía más imprescindible que la de ayer. Una etapa muy corta, pero extraordinaria; como se dice en la jerga  ciclista "de las que hacen afición".
Empezamos por carretera desde Senz hasta llegar a Viu, un sube y baja que de buena mañana resulta entretenido. Una fuente a la entrada siempre se agradece y subimos por una pista hacia el Collado de Cullivert que tiene tramos de rampas atómicas.
 Un sendero espectacular, que sube y luego baja por un bosque denso de hayas y robles, nos deja en otra pista que sube hacia La Collada, bajo la Peña Montañesa. La pista, con el gran panorama montañoso que vamos viendo se hace amena, a pesar de tener partes que exigen emplearse a fondo. Teniendo a un lado la Peña Solano y al otro la Peña Montañesa  hacemos un alto en el camino para almorzar a la sombra de esos paredones gigantes. Antes de llegar hay un refugio, Lostacho, con una fuente que también probamos.
Repuestos de las subidas y encantados por los parajes excepcionales que vamos viendo iniciamos la bajada a Ceresa por una pista muy veloz, a veces muy pedregosa y pendiente, que nos deja en el pueblo en un momento.
Desde aquí hasta el final de la etapa todo el recorrido es por carretera, con tráfico limitado de veraneantes.
Desde Ceresa seguimos el descenso hacia el fondo del valle del río Cinca, en el Sobrarbe, y llegamos a Escalona desde donde se inicia una subida siguiendo el río Bellos por el cañón de Añisclo. Es una carretera estrecha de sentido único que a ratos parece un decorado por el puro espectáculo de roca y agua que se contempla. Paramos a ratos para disfrutar de algunos rincones especiales. Para que no todo sea idílico tenemos que compartir la ruta con una sucesión de autos de veraneantes que van a lo suyo y a veces, como la carretera es una pista asfaltada con curvas y estrecheces, se ponen detrás y hacen comentarios, a veces jocosos y otros de ánimo para que sigas subiendo sin desfallecer. Del estilo antiguo "dále indurain" al más moderno "venga, contador, parriba". Y así llegamos al punto en el que aparcan los autos y seguimos subiendo, ya sin agobio de motores, a Nerín por una sucesión de buenas rampas.
En el albergue Añisclo, en donde reposamos hoy, nos acogen con sobriedad pirenaica y a los pocos minutos de la llegada comienza a descargar una tormenta de las de antes. Eso sí que es un espectáculo de luz y sonido.

Senz



Fuente en Viu

La Sierra Ferrera




Peña Montañesa y Peña Solano desde Cullivert


Peña montañesa

Cullivert
Peña Solano

La Collada






Cañón de Añisclo











Nerín



Nerín


El Valle de Viu y la Peña montañesa al fondo



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