18 oct 2016

Transpirenaica. Etapa 13. Senegüé-Aragüés del Puerto. 20.8.2016

Una etapa entretenida y variada que iniciamos en carretera, continuamos por un subidón  pistero hasta el Pueyo de Escués y terminamos por carreteras con poco tráfico. Grandes panorámicas de Peña Telera, Sierra de Aísa y Bisaurín.
El recorrido oficial de hoy empieza dirigiéndose hacia Larrés vadeando el río Aurín. En el hotel nos dicen que es mejor ir por carretera hacia Sabiñánigo y, antes de llegar, desviarse en la rotonda a Larrés. Como no apetece mucho meter los pies en el agua a esas horas y arrastrar la bici por el río, nos decidimos por esa variante y en Larrés ya conectamos con la vía original.
Antes del pueblo pudimos observar unas escenas de animales a lo suyo: un gato agazapado, en medio de un campo segado de una hectárea, al acecho; un milano acosado por dos cuervos con graznidos y exhibición de vuelo, casi como si estuvieran en un comité federal.
Pasamos en Larrés al lado de un hotel que anuncia taller para bicis y masajes deportivos. Puede ser interesante por si volvemos, porque un buen masaje a estas alturas de la travesía se hubiera agradecido.
Un poco más adelante, en el cruce de Acumuer, dejamos la carretera y seguimos una buena pista con algunos repechos difíciles por la pendiente muy acusada y los enjambres de moscas que atacan como fieras sedientas en los ojos y en la capa de mugre resbaladiza que se forma con la mezcla de polvo, protector solar y sudor. Los gladiadores romanos se debían untar con algo parecido.
Subiendo y subiendo llegamos a lo alto del Pueyo de Escués, desde donde bajamos por pista veloz el Valle de Garcipollera, con tramos de piedra muy suelta, hasta Acín; un poco más adelante  nos quedamos pasmados y entristecidos, en un centro de explotación ganadera, viendo los toros sementales con la mirada extraviada y la mansedumbre de animales resignados. Como si estuvieran pensando en la abstención para  solucionar  sus problemas.
 La pista amplia se termina un poco más adelante y seguimos por carretera, que ya no abandonaremos hasta el final del día, hasta llegar a Castiello de Jaca en El Valle del Aragón.
Como lo que nos queda de etapa es carretera y manta nos paramos en el mismo Castiello en un bar de la carretera a degustar unas migas con huevos que nos estaban esperando. Otro homenaje agradecido.
Desde aquí seguimos por carreteras desiertas pasando por Aratorés, Borau y Aísa en una sucesión de tres puertos pequeños, Col de la Sierra, Col de Borau, Col de Aísa, que se van acumulando en las piernas. Desde el último collado, el de la Loma de Aísa, hay un buen panorama de los picos de la Sierra de Aísa como el Aspe, Llena del Bozo o la Garganta de Aísa.
El rápido descenso nos lleva a Jasa y desde allí se puede seguir por la misma carretera hasta Aragüés del Puerto. Pero el recorrido original toma un rápido sendero más entretenido y por allí nos vamos a hacer unos equilibrios hasta subir a Aragüés, fin de etapa. Al fondo del valle de Aragüés descansa el Bisaurín, grandioso.
En el pueblo nos alojamos en una casa rural, Alexhouse, una casa del pueblo bien reformada, con unas habitaciones muy agradables. Sólo alojamiento, 60 €.
El único sitio para cenar en el pueblo es un bar restaurante, saturado de voces de los parroquianos, regentado por una malhumorada señora que más tarde nos infligirá una malhumorada cena. Sólo el hambre canina que padecíamos nos impidió salir de allí.
Mejor opción hubiese sido comprar en la tienda del pueblo algo sencillo y haberlo preparado en la amplia y equipada cocina de la casa. Para otra vez ya lo sabemos.



Al acecho





Borau

Borau

Aísa



Fuente en Aragüés




Refugio en el col Loma de Aísa







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