Transpirenaica. Etapa 8. La Torre de Cabdella-El Pont de Suert. 15.8.2016

Esta etapa tiene dos partes distintas que podríamos clasificar de apestosa y enormemente apestosa.
Si volviésemos a repetir la travesía esta etapa la evitaríamos por otras pistas o por carreteras, pero no tiene sentido el padecimiento recibido.

En la primera parte, después del tramo por carretera hasta Astell y Aguiró, la subida al Coll d'Oli es la que recibió el calificativo de enormemente apestosa porque la subida al citado collado es por un sendero que empieza muy bien, sombrío y con fuentes,  y acaba como el rosario de la Aurora. Es imposible subir pedaleando por ese sendero con una bici cargada: ante la fuerte pendiente, los escalones y las piedras tan enormes no se puede hacer más que arrastrar la bici cuesta arriba y jurar en arameo. Además es fácil confundirse con alguna otra senda que te lleva por vegetación cerrada y pinchosa para rematar la faena. Una vez arriba empieza una bajada también imposible que más adelante se hace ciclable.

No nos gustan los senderos inciclables, no nos gusta arrastrar la bici con peso, no nos gustan los senderos tramposos cuando puede haber alternativas razonables. O sea, ya se ve que no nos gustó el comienzo de la etapa.

Luego bajamos por una pista buena y comenzamos la segunda parte, la denominada simplemente apestosa; con subida, por carretera al principio y desde el pueblo de Sentís por pista, hasta el Col de St Quiri o St. Pere. Desde estas alturas se ven a lo lejos los perfiles inconfundibles de Turbón y Cotiella, no van a ser todo padecimientos.
En el pueblo preguntamos a unas lugareñas por una fuente o un bar en donde llenar los bidones de agua y muy graciosas nos dijeron que bar no, pero más adelante, en la pista, había una fuente. Dimos con ella más arriba y era de agua contaminada. Tié que haber pa tó, como sentenció el torero.

Bajada por pista incómoda de piedra suelta hasta Sas, en donde tenemos la primera alegría de la jornada: una fuente extraordinaria en la que cargamos agua fresca.

Y otra subida por pista más incómoda aun hasta Erta, después más ascenso y posterior descenso pistero difícil hasta el pueblo de Castellanos. Un tramo de carretera hasta Malpàs y sube y baja de remate hasta Gotarta. Desde allí descendemos al Pont de Suert, en la Ribera Ribagorçana.

Para compensar el día tan poco afortunado nos alojamos en un pequeño hotel excelente, El Pedrís, en donde nos atiende con gran amabilidad y solvencia la dueña. Habitación doble 45 €.

Astell

Montsent al fondo

Subida al Coll d'Oli

Sas

Fuente de Sas

Turbón y Cotiella al fondo

Pont de Suert